lunes, 25 de junio de 2012

Día 4: Esto ye otra cosa, ho


Ha merecido la pena la calorina. La llegada a La Robla se recordará como uno de los hitos de esta marcha negra. Los organizadores de las expediciones estaban nerviosos. '¡En filas de a dos!, ¡Los familiares al final!, ¡Los de La Robla al principio!, ¡Acelerad!...' Entre tanto grito, al final la cosa salió bien y las dos columnas de mineros se fundieron en un caluroso abrazo (si es que hacía falta dar más calor a la jornada) entre los vítores y aplausos de todos los familiares y vecinos de La Robla que abarrotaban las aceras de la localidad. Los asturianos bien formados, con un tambor y una gaita liderando la marcha y equipados con banderas del principado. Los nuestros, los más animados al grito de 'Aquí están estos son, los mineros de León'. 

Encuentro entre asturianos y leoneses 

Familiares y vecinos de La Robla se echaron a la calle


Entre el jaleo, habíamos perdido de vista a Piquete, un pequeño perro sin raza definida que se unió a la marcha en La Magdalena. Como un jabato, acompañó a los mineros a la cabeza de la comitiva, con la lengua fuera y apurando el paso para no quemarse las almohadillas con el asfalto abrasador. Los mineros se esmeraban en atenciones al pequeño can, frenando el paso de los camiones ante el temor a un atropello y dándole agua para aliviar la sed. Al final, y entre la marea humana que se dio cita en la Robla, Piquete se las arregló para no perder de vista a sus compañeros de viaje y llegar junto a ellos a las escuelas, donde todos juntos comieron. 


Piquete llegó con los mineros a La Robla

Después de ir liderando la marcha desde la Magdalena

Parada obligada para el descanso

Tuvieron la tarde libre, para disfrutar con las familias. Y, por la noche, toca paella, que corrió a cargo del Ayuntamiento de La Robla. Por cierto, que con la excusa de las comidas, al alcalde de León le cayó una buena remesa de críticas durante la caminata. 'Nos están dando cenas hasta los pueblos más pequeños, y éste, que presume de ser alcalde minero, no nos da nada'. No ha caído bien entre la expedición que el Ayuntamiento de León sea el único que niegue un plato de comida a los mineros. La situación la ha resuleto rápidamente el sindicato UGT que pagará la cena de mañana a base de pasta y pollo con patatas fritas. Eso sí, se servirá en el pabellón Margarita Ramos, abierto para el acontecimiento por el consistorio. 

La mañana de este lunes fue complicada. El calor hacía prácticamente insoportable caminar por las carreteras. Algunos tuvieron que ser atendidos, afectados ya por tirones musculares y sobrecargas. Pero sobretodo, la caminata se nota en los pies... 'es como si ardieran'. Por eso algunos aprovechan el mínimo trozo de tierra que aparece para aliviar esa sensación. En esta jornada se han superado los 30 grados en la provincia de León. Pero cuando el físico falla, los mineros tiran de buena forma mental, cada uno se anima como puede, pero si hay algo que da fuerzas para seguir adelante, son los hijos. La mayoría de los pequeños no comprenden porque muchos días se desplazan en sus coches para ir a ver a papá, todos piden que vuelva a casa, no se imaginan que están también luchando por su futuro.

El ex-jugador del Ademar, Jaime González, animó y apoyó a los mineros con su presencia

Los apoyos llegan de todas las edades... desde los más pequeños...

...hasta los más mayores. Esta señora salió a aplaudir a los mineros con sus 92 años

Los más listos, van preparados para el calor

La cabeza de la marcha quiso pasar por Olleros y Sorribos de Alba, no importaba desviarse un kilómetro más para animar la mañana a sus solitarios vecinos que, en buena medida, también han vivido de la mina. En Llanos de Alba se hacía parada en 'La Fragua' que inundó rápidamente su terraza de sedientos mineros que apostaban por las grandes jarras de cerveza, previos estiramientos, para aliviar los músculos.

Las bromas que no falten

El garaje del restaurante La Fragua sirvió de sala de estiramientos

Después del emotivo encuentro con la marcha asturiana, todos juntos entraron en la localidad de La Robla. De banda sonora, el himno a Santa Bárbara entonado por la gaita. Desde el balcón del consistorio se leyó un poema escrito por un trabajador de la Vasco. Fue la concejala de cultura quien le puso voz, ya que el autor 'estaba demasiado emocionado para leerlo'. 

Con el acto ya finiquitado, los mineros se disolvieron. Los de la zona, apostaban por las terrazas de La Robla en compañía de sus familias, los que no, fueron directos a las escuelas a dar buena cuenta de la tortilla, empanada y embutido que allí les esperaba. 

Mañana temprano, saldrán juntos, 160 hombres, caminando hacia León, donde tienen previsto llegar por la tarde, a eso de las cinco para dirigirse a la Diputación de León donde siguen encerrados seis compañeros. En su recorrido, pasarán por el Arco de la Cárcel, la Catedral y la Calle Ancha.  


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