viernes, 29 de junio de 2012

Día 8. Y el negro se fundió con el naranja...

La marcha negra encontró el descanso en Benavente. Después de una etapa más corta de lo habitual, los mineros cogen fuerzas en el municipio zamorano con la vista puesta en la reunión del próximo lunes con el innombrable ministro. Han sido 15 kilómetros intensos (el paso minero nunca decae), en los que ha quedado patente que la moral y la esperanza se mantienen en niveles óptimos. A las siete de la mañana y con más de una cara cubierta por la máscara del sueño, la marcha emprendía el camino desde Cimanes de la Vega, sabiendo que en esta jornada se diría adiós a la provincia de León y esperando encontrar la solidaridad también fuera de nuestra tierra. Benavente ya estaba en el horizonte...


La marcha dejó atrás la provincia leonesa

Benavente se puso a tiro en un abrir y cerrar de ojos

"No confiamos en Soria", nos decían unos cuantos mineros en alusión a la reunión del próximo lunes. En la cabeza de los integrantes de la marcha negra sólo está el llegar a Madrid, sin pensar en posibles acuerdos que hasta ahora se han esperado con fuerza y después nunca han llegado. "Estamos fuertes", nos aseguran. Pero vemos alguna que otra cojera, y también alguna que otra zapatilla peligrosamente desgastada por el asfalto. Y en esto, cuando apenas faltaban tres kilómetros para la llegada a Benavente, llegó el merecido avituallamiento en forma de desayuno. Fruta, chocolate y frutos secos, alimentos estrella de este aperitivo obrero.

Sí, el hambre apretaba a las puertas de Benavente

Agua, y a pesar de todo, algún que otro plátano...

Alimentado el estómago con los alimentos y el espíritu con la buena conversación y altas dosis de humor, tocaba reemprender el camino. Apenas tres kilómetros hasta Benavente, donde una tentadora piscina municipal aguardaba a los dolientes, por cortesía del Ayuntamiento del municipio zamorano. Y, oh sorpresa, a la entrada de la localidad la marcha se encuentra con una veintena de trabajadores también golpeados por la injusticia. Son los empleados de la empresa local Interpanel, que llevan sin cobrar desde el mes de enero... Su color naranja se unió al negro para dar más colorido a esta marcha que fue recibida con aplausos y vítores por las calles de Benavente. Emocionantes momentos de solidaridad y mutuo apoyo. Los mineros no caminan solos...

Benavente a tiro de piedra

Los trabajadores de Interpanel, compañeros de sufrimiento

Cabezas asomadas a los balcones para recibir a los mineros

Las calles del municipio, inundadas por la reivindicación

Recibido el cariño de cientos de decenas de vecinos de Benavente, tocaba preparar las colchonetas para la pernoctación. Nos cuentan que algunos mineros roncan de tal manera que los tapones para los oídos se hacen casi irrenunciables. Cosas de compartir el sueño... Entre soplo y soplo para inflar las improvisadas camas los hay que aprovechan para curarse ampollas o realizar estiramientos, que todavía que mucho camino por delante. La novena jornada de marcha está a la vuelta de la esquina. 27 kilómetros entre Benavente y Villalpando. ¿Quién dijo cansancio?

Descanso reparador para seguir en la lucha

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