martes, 26 de junio de 2012

Día 5: Cuerpos duros, corazón de plastilina


Sabían que la llegada a León iba a ser no apta para sensibles. En el fondo, se emocionan con facilidad, aunque no les gusta reconocerlo....'tenemos nuestro orgullo'. Pero es difícil retener las lágrimas cuando a su paso salen a saludarles ancianos, compañeros, madres... Y eso precisamente es lo que consiguió una pequeña llamada Sara. Es hija de Chechu, minero de la Vasco. Sara se plantó en Cuadros con su familia y comenzó a repartir dibujos entre los mineros. Pronto se quedó con las manos vacías ante el interés de los mineros. Treinta dibujos en color, pintados por ella misma, donde se podía ver a un colorido minero junto al claro mensaje: 'Queremos trabajo'. Sara consiguió reblandecer el corazón de estos hombretones que presumen de los enfrentamientos contra los antidisturbios.

Sara con su dibujo

Pero esta pequeña no era la única sorpresa que deparaba la jornada. A la llegada al merendero de Lorenzana, donde los mineros almorzaron un contundente bocata a base de todo tipo de embutidos, les esperaba una pizpireta joven. Es asturiana, de Gijón, pero vive en León. Portaba baldes llenos de agua y hielos para refrescar las bebidas que traía a los mineros como regalo. Su abuelo era minero y ella alaba el compromiso de lucha que tiene esta gente, tanto que decidió cambiar el que iba a ser un día de playa por visitar a los caminantes. Tan buenas migas surgieron que la joven, quien ahora mismo está en paro, no descarta hacer unos kilómetros más de marcha con los mineros. 


¿Cambiar un día de playa por llevar agua a los mineros? Esta joven lo hizo

Y esta mujer, canaria de origen, dio en mano 15 euros a los mineros. Diez para colaborar con la marcha y cinco 'para que el canario no vuelva a Canarias'

Los vecinos aplauden al paso de los mineros

Una madre se emociona al ver a su hijo caminante


La marcha también anima la tranquila vida del pueblo

Mientras algunos saqueaban literalmente el bar 'El Sol' de Lorenzana (a pesar del ajetreo, su dueña suspiraba '¡Ya podían venir todos los días!'), en el merendero Iñaki se encargaba de recoger los tapones de las botellas de plástico para destinarlos a un fin solidario. Otra prueba más de que estos hombres tienen poco de 'terroristas', algo que no se cansan de repetir.

La marcha de hoy ha sido dura por el calor. En ocasiones, se superaban los 40 grados y caminando por el asfalto los pies se resienten. Qué se lo digan a los asturianos, los más tocados por las ampollas en los pies. Los servicios de la Cruz Roja cada vez se afanan más en los descanso, pinchando ampollas o dando masajes. El alivio es poco, pero menos es nada.

Nada más parar, hay que estirar

Hoy también hubo dulces

El descanso es el momento más ajetreado para la Cruz Roja

Fruta y agua, lo mejor para seguir el camino

En el camino se agradece el sonido de los cláxones de los coches, camiones y motos. Este martes, pitó hasta el tren, un cercanías que pasaba por las vías que discurren paralelas a la carretera de Lorenzana. Con las cachas y los puños en alto, los mineros responden a cada vehículo que les hace caso. Y así pasan los kilómetros, hoy amenizados por Germán y Lolo. Vienen con la marcha de Asturias, pero los de León ya les han cogido cariño. Ambos conducen las furgoneta del avituallamiento del sindicato SOMA-UGT, pero eso es lo de menos, lo mejor es la música. A través de sus altavoces, Germán y Lolo no se cortan en animar el paso de los mineros con todo tipo de éxitos: ya sean discotequeros, roqueros o reagetton. Eso sí, al entrar a León, se pusieron serios. El ya inconfundible himno a Santa Bárbara sonó como un disco rayado durante el paso de los mineros por la ciudad.

La furgoneta marchosa de Germán y Lolo

Las banderas de León ondearon en la capital

La marcha, a su paso por la Catedral

Colmenero se puso al frente de la comitiva 

Los mineros atravesando la carretera de Los Cubos

La gente esperaba en Botines

Apenas a siete kilómetros de la capital leonesa, se acercó un joven en una scooter. Paró a hablar con Rafael, el del pinganillo. Los que andaban cerca solo acertaron a escuchar 'Bar La Perdiz'. Pronto se desvelaría el misterio. Al paso por ese local, antes de llegar a Espacio León, su personal había desplegado una mesa con sombrillas. Allí les esperaban con cervezas frías y helados. Atrás quedaba el calor soporífero de la carretera. Algunos, como Jony, se arrancaban incluso por bulerías con la complicidad convertida en palmas de sus compañeros.

Una buena cerveza fría, el mejor reconstituyente

Repartiendo las cervezas....

...y los helados

El calor era sofocante

No será la única alegría que les espera en León. La asociación de hosteleros ha repartido algunos vales gratuitos para que los mineros puedan disfrutar gratuitamente de consumición y tapa en la feria de la cerveza ubicada en Puerta Obispo.

Para que no haya dudas de las altas temperaturas

...¡Por cierto! No podemos olvidarnos de Piquete, el perro aventurero que se había unido a la marcha en La Magdalena. Después de caminar 20 kilómetros por el ardiente asfalto, el pobre se puso enfermo en La Robla. Sensatos, los mineros decidieron llamar a la Policía Municipal, que gracias al microchip insertado en el animal, pudieron encontrar al dueño, que ya estaba sobre aviso. Si se recupera, no se descarta que Piquete lidere la Marcha Negra en su última etapa en Madrid.... 

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