La madrugadora mañana, eso sí, comienza con un pequeño matiz que rompe la rutina de los inicios de etapa. Hemos dormido en San Rafael (recordamos que Villacastín carecía de instalaciones para dormir), lo que significa que ha habido que coger el autobús para retornar a esta última localidad. Fue allí donde terminó ayer el itinerario a pie.
Lo del autobús fue un suspiro. La caminata a pie duró "algo más"
Al bajar, encontramos una clara evidencia de la presencia de algún ponferradino: la bandera de la Deportiva
El viaje sobre ruedas ha durado apenas 15 minutos. Más tarde, a pie, se ha tardaría 4 horas y media en cubrir. El traslado motorizado ha implicado volver a constatar que la etapa de hoy sería ciertamente dura. El temor se ha confirmado en hecho, porque la caminata de hoy ha machacado más de una pierna.
A las siete y media de la mañana, hemos arrancado con una cuesta que nos ha permitido hacernos una idea de lo que estaría por venir. Los primeros diez kilómetros se han hecho realmente fatigosos para la marcha negra, con constantes subidas y bajadas y pendientes de hasta el 11 por ciento en algún caso.
Poniendo pomada para entonar las piernas
Al empezar, primera "rampita" para hacernos una idea de lo que estaría por venir
Si caminar kilómetros y kilómetros sobre el asfalto resulta extremadamente agresivo, mucho más lo es cuando hay que hacerlo cuando la carretera sube o baja. Las articulaciones y los tendones musculares se resienten y el resultado es todo un castigo para el cuerpo.
Testigos animales de la marcha negra
¡Por doquier!
Cubiertos los primeros once kilómetros, la marcha ha aprovechado para hacer parada y coger un último impulso para San Rafael.
Evidencia de buenas pendientes: un área de frenado de emergencia (no hubo que utilizarlo, por cierto)
Nada frena a la marcha negra. Tampoco un semáforo en rojo...
El radar no se disparó. Nadie superó la velocidad permitida
El recibimiento ha sido, a todas luces, uno de los mejores de toda la marcha, a pesar de que otras poblaciones que ya quedaron atrás han dejado el listón muy alto.
Cuando la marcha vio al burro empezó a gritar "Soria, Soria"
Por mucho que la escena se repita día tras día, no deja de ser tremendamente emocionante ver a unos y a otros (caminantes y lugareños) expresarse desde el corazón, con la rabia de la reivindicación y la lagrimilla más sentimental.
Entrando a San Rafael
Ha sido una de las mejores acogidas
Con charanga inclusive
Todos son partícipes de este espontáneo ritual: los que aplauden desde las aceras, porches y balcones; y los que avanzan sobre el firme.
La llegada se ha producido hacia el mediodía, momento tras el cual la marcha negra ha vuelto a refugiarse en el pabellón de esta población segoviana para lamerse las heridas y empezar a poner a punto el cuerpo para el día siguiente.
El propio alcalde se ha acercado a la hora de la comida para ejercer su papel de anfitrión, que ha sido recompensado con una intensa ovación por los mineros.
El alcalde se llevó una buena ovación
Tras reponer calorías a base de filete de carne y queso asturiano, la tarde se ha dejado para el descanso-ocio. La llegada del fin de semana sólo se ha notado en un aspecto: la presencia de familiares que se han acercado a ver a los suyos ha sido mucho más evidente que en jornadas anteriores.
Trabajo intensivo en la cocina
De postre, Queso La Peral: rico, rico
Hay muchos que aprovechan para hacer la colada. Llevar poca ropa siempre ayuda a aligerar las mochilas (que, en todo caso, viajan en furgonetas), pero eso hace necesario tener que dedicar un ratito cada varios días para poder tener una indumentaria decente a punto.
Bromas en la piscina. Cosquillas que revientan una siesta
Entre las opciones de pasar la tarde, probablemente, una de las más insólitas sea la del "grupo de los deportistas". Aunque parezca increíble, hacia las 19:30 de cada día, el leonés Luis, de la Vasco, y el asturiano Tonín, de Hunosa, se van a correr durante, al menos, media hora. En ocasiones, algún compañero se les une en tan singular plan.
Están acostumbrados a hacerlo en su vida cotidiana y el hecho de meterse cada dia entre pecho y espalda 30 kilómetros todas las jornadas no les hace desistir de su rutina vespertina cotidiana.
Tonín y Luis. El cuerpo siempre les pide más kilómetros
De los dos, el caso de Tonín, quizá, tenga más fácil explicación. En su vida ordinaria, compagina la minería con el deporte a un nivel semiprofesional. Recientemente, este gijonés llegó a representar a España en el Campeonato Mundial de Triatlón. Con muy buenos resultados, por cierto.
Para él, salir a correr (o a nadar o a andar en bicicleta) es una costumbre, pero también un vicio.
La marcha negra, sin duda, está llena de historias dignas de ser contadas por un periodista.
Por ejemplo, la de Miguel, un berciano que, en estos días, de caminata parece haberse sacado todo un Máster de Farmacia. Siempre parece tener la solución adecuada para tratar un tirón, una herida, una tendinitis o una sobrecarga muscular.
Miguel, el doctor House leonés. Conoce las tendinitis a fondo. Las tiene en los dos brazos por su trabajo en la mina
Sus amigos le llaman "Doctor House". Parece saber casi tanto como él, pero este leonés es, desde luego, mucho más afable y simpático que su alter-ego televisivo. Las piernas de quien esto escribe tienen mucho, sin duda, que agradecerle a este generoso minero.
Mañana la marcha negra tendrá que enfrentarse a una nueva etapa. Serán alrededor de 25 kilómetros hasta Villalba, lo que supone que ya entraremos en la Comunidad de Madrid. Se cruzará por los túneles del Guadarrama. Pero ése será un nuevo capítulo en este diario de a bordo digna de ser contada dentro de 24 horas.
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